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El Amor Fraternal

Este texto fue escrito originalmente para ser utilizado en una dinámica compartida entre varias personas, con el propósito de leer algunos conceptos acerca del amor y luego escribir los propios, analizar todo lo escrito y compartir sus implicaciones. Pero qué mejor utilizarlo en esta dinámica de leerlo en esta Revista y después de hacer individualmente el proceso señalado, devolver a la Revista lo que se juzgará pertinente. Los invito a hacerlo.

Sostengo que no es muy adecuado adjetivar algo tan universal como el amor, pues con ello generalmente reducimos su verdadero alcance. Por ello manifestaré mi pensamiento acerca del amor y solamente al final lo contextualizaré en lo “fraternal”.

¿Qué es el amor? Es la pregunta obligatoria…

Con seguridad es posible hallar muchas respuestas en los cientos de autores y pensadores que se han ocupado formalmente del asunto y entre los miles de millones de seres humanos que alguna vez respondieron tan interesante interrogante. Recurro a algunos pensamientos al respecto. San Pablo sostiene que el amor es una VIRTUD, así lo explica en una de sus cartas a

los Corintios y dice acerca de él: “Si hablo las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, soy como bronce que suena o como címbalo que retiñe’ “Y si tengo el don de la profecía y conozco todos los misterios y todo el saber o tengo tanta fe como para mover montañas, pero no tengo amor, nada soy” “Y si doy en limosnas todo lo que tengo y entrego mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me sirve”

De estos textos se puede concluir que, según San Pablo, el amor es la razón fundamental. Que si el amor no es el principio de los pensamientos, las acciones y las palabras, estas no tienen utilidad. Es ciertamente una conclusión muy estricta y de difícil cumplimiento, especialmente en nuestros días, pero es verdadera.

San Pablo, continúa, dándole al amor características esenciales: “el amor es paciente, es benigno, no es presumido (¿soberbio?), ni se engríe, no es indecoroso, ni es egoísta, no se irrita, ni es rencoroso, no se alegra de la injusticia (es justo) sino que goza con la verdad. Todo lo perdona, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca fenece……”

Con seguridad que podremos analizar cada una de estas características y encontrar en cada una de ellas profundos mensajes para enriquecer nuestras vidas. Tan solo quiero mencionar que de ellas en conjunto extraigo una conclusión mía: El amor es perfecto. San Pablo sostiene por sus palabras que el amor es el “don Supremo”.

San Pedro (el difusor del exoterismo cristiano”) menciona en uno de sus texto que “es importante tenerse amor entre unos a otros, porque el amor cubre multitud de pecados (¿perdona?)”

San Juan (el Amado Discípulo de Jesús y difusor del esoterismo cristiano) es mas escueto, pero tantísimo más profundo, y dice: “Dios es amor”. Finalmente Jesucristo dijo “os voy a mostrar la forma más simple de llegar al Padre. Si aprendéis esto, podréis hacer muchas otras cosas sin miedo de ofender a Dios. AMOR. Si amáis (el amor en acción), estaréis cumpliendo la Ley, aunque no tengáis conciencia de ello”.

EL AMOR ES LA REGLA QUE RESUMEN TODAS LAS DEMAS REGLAS.

Para justificar mi concepto del amor, plantearé una pregunta, contextualizándola de la siguiente manera: Dios existe de sí y en sí y existe desde siempre y por siempre…. ¿Por qué hizo el Universo? ¿Qué le impulsó a hacerlo?

La respuesta es por Amor. El Amor fue el que ocasionó la creación del Universo. Por lo tanto, para mí, el Amor es el Poder de Dios.

Y este Poder ha sido conferido por Dios al hombre, para que este continúe Su obra. Lo tiene el ser humano para emplearlo en su existencia… para vivir por amor… para manifestarlo en cada uno de los acontecimientos (individuales o colectivos) de su existencia.

Este es mi concepto de amor. – Ultima pregunta: ¿Pero si el amor es perfecto por qué no es la única razón en las múltiples facetas del acontecer humano?

– Última respuesta: Porque al igual que todo lo que Dios nos ha concedido, como seres humanos, tenemos la libertad de utilizar ese Poder o de no hacerlo.

A nuestro tema: El amor fraternal, es el Poder de Dios actuando, por voluntad nuestra, entre los que hemos ingresado en la Orden Masónica y nos hemos comprometido (así lo juramos) a amarnos reconociéndonos como hijos de un mismo Padre. Sin lugar a dudas esto tiene tintes de reduccionismo, porque quien ama verdadera y auténticamente no puede enfocar este Poder solo en un grupo de personas. Es decir no puede existir el Amor Fraternal en una persona si esta no posee el Amor Universal.

Un individuo no puede amar a otro, si no ama a todos. Por ello, el amor fraternal es el resultado del amor universal. Este contiene a aquel como acción. Un masón ama a su hermano si y solamente si el ama a toda la Creación y porque el amor es el “leitmotiv” de su existencia. Preguntas de ayuda para el esquema de la dinámica, solo como sugerencias:

  1. ¿Qué es el amor?
  2. ¿Cómo debe practicarse?
  3. ¿Cuál mi definición de Amor Fraternal?
  4. ¿Cómo se manifiesta su práctica entre hermanos masones?
  5. ¿Cómo no se lo práctica?
  6. ¿Se puede amar a unas personas y odiar a otras?

Aristides

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