Habíamos quedado en “Una Meditación” del número anterior, que la vida actual se caracterizaba por la acción depredadora del hombre; sin respeto a los valores sociales ni al derecho de terceros, buscando el desmedido afán de tener y disponer, como el mejor requisito para obtener una ubicación distinguida y valiosa en el grupo social. De cuanto más tenga y disponga, depende su estima social. La Templanza como virtud moral, modera precisamente ese afán del hombre actual. Aconseja mantener todo dentro el marco de la honestidad Templanza significa equilibrio, armonía, moderación, sobriedad, mesura, prudencia, en la vivencia y el uso de lo material, sensual, del poder, de los gustos, satisfacciones y placeres. Citando los antónimos la importancia del significado adquiere dimensiones grandes por su actualidad: Abuso, exceso, desenfreno, hedonismo, incontinencia. Todos estos conceptos son los que trata la Templanza. La sola lectura del párrafo anterior ante la vivencia del mundo y sociedad presente descubre el marco de referencia y la suma importancia de la Templanza como virtud Moral. Veamos que está dentro ese marco. Hay varias connotaciones. Connotaciones personales. El individuo por diferentes circunstancias adopta determinadas conductas y actividades que desarrolladas en exceso, lastiman y hieren la sensibilidad del medio familiar y social dentro el cual se desenvuelve creándoles inestabilidad y desequilibrios.
Connotaciones Económicas. La sociedad aprecia en sumo grado el tener; la riqueza material: el dinero, los metales preciosos, los valores especulativos, acciones, mansiones y casas, autos, aviones, yates, etc. todo lo que significa tener riqueza y lujo material. En estos artículos estima la buena calidad y además la abundancia. Connotaciones Sociales. También gusta mucho gozar de un derivado de lo anterior que es el «status social». Quien tiene riquezas económicas, busca y tiene posiciones sociales de privilegio y exclusividad. Personajes con riqueza material, buscan y son buscados por sus similares para conformar grupos de intereses, amistades, pertenencias societarias, etc. Connotaciones Políticas. Estas connotaciones, cuando provienen de los grupos anteriores, es una complementariedad. La riqueza material y las posiciones sociales de privilegio buscan el poder; la capacidad de gobernar, de influir, de ordenar, de dirigir, de definir; aunque no signifique liderazgo. Pero hay grupos y personajes ajenos a las connotaciones sociales y económicas, que buscan el gozo de ellas y encuentran el camino, mediante la política. Acceden a ella como el camino al Poder y en posesión y uso del mismo, transitan a los otros. El ser justo propietario, gozar de un determinado prestigio cualitativo que le permite una sana influencia y predicamento dentro la sociedad, mantener un nivel de vida adecuado a sus recursos y al medio dentro el cual se desenvuelve, es una aspiración positiva de todo ser humano y ejemplo para los componentes de la comunidad. En otras palabras no es malo TENER si se usan los bienes y derechos propios con equilibrio, moderación, mesura y en armonía con la ética de la sociedad a la cual pertenece. Es decir practicando la TEMPLANZA. Sin embargo en el hombre, de todos los tiempos, EL TENER ha sido y es un medio de EJERCER PODER, ECONOMICO, SOCIAL Y POLITICO SOBRE LA SOCIEDAD; MANTENER SITUACIONES DE PRIVILEGIO, EXCLUSIVIDAD E INFLUENCIA SOCIAL; GOZAR DE PLACERES Y GUSTOS DESENFRENADOS; Y EJERCITAR LA CAPACIDAD DE GOBERNAR, ORDENAR, INFLUIR, AMENAZAR, INTIMIDAR A LOS MIEMBROS DE ELLA, GENERALMENTE CON FINES EGOISTAS. Estas inconductas son las que rompen la sobriedad y prudencia de la TEMPLANZA y desatan el abuso, desenfreno y exceso de PODER de UNO O POCOS sobre OTRO, ALGUNOS O MUCHOS. Las sociedades en todos los tiempos han sufrido el daño moral, humano y familiar, que este proceder ocasiona en sus miembros y han sido causa de protestas, cuando no de violencia social y humana, en las sociedades de todos los tiempos.
El Constructor